Una vez llegados al estudio, Delfino se llevó una buena sorpresa. En el centro del espacio que tenía un enorme ventanal con una vista del todo semejante a la de la veranda, el señor Seeman había construido una maqueta que representaba fielmente todos los detalles del valle que se veía desde la ventana. En el centro del valle había construido toda una ciudad futurista. Lo que la hacía original era la forma como estaban repartidos los espacios que claramente eran hexágonos integrados por medio de círculos concéntricos.
“Esa es mi “Bienenstadt”, comentó don Jorge, “la ciudad del futuro”.
“¿Cómo dijo que se llamaba?”
“Se llama “Bienenstadt”, lo que es alemán y significa ciudad de las abejas,” se rió el alemán, “pero la culpa no la tienen realmente los hexágonos agrupados como panales circulares sino Maritza. Cuando era pequeña era tan inquieta, siempre haciendo cosas, volando de una cosa a otra que la apodé “Biennchen”, abejita.”
Delfino observó detalladamente la ciudad en la maqueta.
“¿Me podría explicar cómo es que funciona todo esto, señor? Hay cosas que logro identificar, pero la gran mayoría se me escapa.”
“Para ti soy Horst, si puedes pronunciarlo, o si no, Jorge que es la traducción aproximada y pronunciable de mi nombre. Si estás preparado te lo puedo explicar con lujo de detalles, pero por el momento te digo lo básico, porque sospecho que mi hija se va a aparecer en cualquier momento y ha escuchado todo esta tantas veces que evidentemente ya se aburre.”
“Soy todo orejas, Jhorstt”
“Buen esfuerzo de pronunciación, casi le atinas. Mira, se trata en suma de una ciudad diseñada para albergar a 10 millones de personas. En un área que es aproximadamente la décima parte de lo que hoy en día abarca la ciudad de México en la que vive aproximadamente el doble de personas. Las ciudades que existen actualmente son muy ineficientes. No hay una relación apropiada entre los espacios. Consumen demasiado tiempo, demasiada energía y demasiados recursos. Esto no pasaría en la ciudad que ves. Funciona con una lógica muy diferente. Lo primero es que no hay automóviles particulares. Todo el desplazamiento sucede con transportes públicos mucho más eficientes. En cada uno de estos ejes, que se ven como rayos que salen del centro de la ciudad, hay un monorriel que solo hace paradas en los círculos concéntricos. En cosa de 15 minutos estarías viajando de un extremo de la ciudad al otro. En las avenidas circulares concéntricas el desplazamiento es un poco más lento. Es un sistema inspirado en los tranvías pero con recorridos más frecuentes. Digamos que alguien solo tendría que esperar dos o tres minutos para abordar uno de ellos y estarían regulados electrónicamente desde una central que equilibra el tiempo de paradas y abordaje con los diferentes desplazamientos necesarios. Dar la vuelta completa en la avenida concéntrica exterior más grande llevaría unas dos horas, para que te des una idea. Pero puedes acortar ese recorrido en cualquier eje trasbordando al monorriel y luego a otro en la estación que está en el centro de la ciudad.”
“Entiendo, eso significa que los tiempo de recorrido máximos de un lugar a otro de la ciudad serían como de 20 minutos sin contar el tiempo que lleve el trasbordo.”
“Más o menos, lo he optimizado todo en 25 minutos,” adujo el alemán, “mi pasión siempre ha sido la arquitectura y la tecnología y, sobre todo, combinar ambas cosas eficientemente cosa que en nuestro mundo actual está lejos de suceder.”
“Supongo que es porque la tecnología se va adaptando a lo existente y no al revés.”
“Exactamente, ese es el punto. Pero, sigue viendo, la clave de toda la ciudad es ese centro. Es la construcción más importante de toda la ciudad. Su centro neurálgico por decirlo de alguna manera. Tiene varias funciones. En primer lugar es el centro nodal del transporte colectivo. Todo pasa por allí. En segundo lugar alberga todas las instalaciones cívicas necesarias para el gobierno. Una cámara para los representantes ciudadanos, oficinas para los empleados necesarios para organizar todo, cines, teatros, salas de conciertos, museos y todo lo necesario para el intercambio cultural de la gente. No hay lugares donde se pueda comprar nada. Con la cultura no se comercia y hay que mantenerla gratuita y libre para todo el que quiera participar en ella. Todo lo que te dije está en parte debajo de la tierra en varios niveles de sótanos y en parte sobre ella. Hasta abajo estaría el centro de cómputo de toda la ciudad. Es necesario que absolutamente todo suceda computarizadamente. Sólo una buena computadora, con todos los respaldos, rechequeos y otros controles puede garantizar el buen funcionamiento de una ciudad del futuro. Hay que descartar lo más posible la intervención humana. Esto es lo que ha hecho un desastre de las ciudades actualmente existentes.”
“Suena interesante...”
“Bien, la recreación de los ciudadanos sigue en el cinturón alrededor del centro. Pero es una recreación útil por decirlo de alguna manera. La idea es hacer colectivo el hobby históricamente más importante para los seres humanos. Me refiero a la jardinería. Cada quinto ser humano es un jardinero apasionado. Muchos no pueden dar rienda suelta a su instinto jardinero y aquí en pensado en canalizar esas inquietudes productivamente. Esos jardines cultivados por la gente podrían proporcionar una buena cantidad de alimento si se planifica correctamente. Podría alimentar a todos si no consideramos la carne y los granos.”
“¿En un espacio tan pequeño?”
“Asombroso ¿no? Pero disertar sobre como logarlo sería un tema para todo un día. Se llama cultivo agrointensivo y para que te des una idea bastaría con un territorio fértil del tamaño de Australia para abastecer de comida a toda la humanidad.”
“Y lo que sigue en el siguiente círculo parecen fábricas.”
“Algo por el estilo. Les llamo los lugares de trabajo limpio. Allí estarían todos los sitios de trabajo que necesitan mano de obra intensiva y pocos insumos. Sería demasiado complicado transportar todo eso hacia el centro de la ciudad y hay que dejarlo en la periferia. Esos lugares de trabajo estarían alternados con los centros educativos, la atención hospitalaria y la atención a los ciudadanos en general, por ejemplo a los ancianos.”
“¿Y luego siguen las viviendas?” dijo Delfino señalando el tercer círculo que estaba constituido por numerosos edificios.
“Si, son edificios inteligentes y modulares. Los módulos están adaptados a las necesidades familiares y los hay de diferentes tamaños y formas. Cada uno de los módulos queda acoplado a una torre central y cada torre puede soportar hasta cien módulos en 25 pisos. La torre central abastece de todo lo necesario a las viviendas. No solo de los servicios a los que estás acostumbrado como el agua, el gas o el teléfono. Hay canales para verter diferentes tipos de basura, un cuarto de lavado que compartirían cada 8 viviendas, una sala de usos múltiples para cada tres pisos y comercios y tiendas en la base para que todos los habitantes solo tengan que bajar por un elevador y obtener todo lo que se necesita cotidianamente como la comida. Cada torre además tiene algunos espacios especializados que comparte con otras torres vecinas, por ejemplo los almacenes de ropa, u otros comercios especializados. La idea es que nadie tenga que salir de su hexágono para adquirir absolutamente todo lo que necesita. Nadie tiene que desplazarse innecesariamente.”
“¿Ya le dijiste que los módulos son independientes energéticamente o todavía no llegas a este punto?,” preguntó Maritza entrando en el estudio.
“Te dije que nos iban a interrumpir rápidamente. Siempre es así. Mi hija hace como si ya no le interesara la ciudad y luego se muere de ganas de ver las nuevas adiciones.”
“Veo que resolviste la parte de la fábrica de módulos que estabas resolviendo la vez pasada,” comentó la muchacha después de observar unos instantes la maqueta.
“Lo ves, Delfino, a veces está más informada que yo mismo y la verdad no hubiera podido avanzar sin sus constantes ideas y comentarios. En el fondo es una mujer muy inteligente. Haríamos un buen equipo y es una lástima que Poseidón me la haya robado.”
“Bueno, papá, hay una leyenda que dice que la ciudad donde vive Poseidón en el fondo del mar es bastante semejante a esta. Puede ser que un día de estos la descubra. Sería interesante poder compararla. Además, vas a tener a Delfino todo un mes. Me acaban de decir que el investigador que quería contactar está fuera de vacaciones y sin su intercesión estaremos varados por aquí un rato.”
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